Pasé un día entero y dos noches en Fenghuang, una ciudadcita encantadora en medio de la montaña, que superó todas mis expectativas. De nuevo, por la falta de información no sabía qué tanto había que hacer en el lugar, más allá de un paseo por un río adorable bordeado por hotelitos -uno de ellos el mío-, con ciertos elementos antiguos y una iluminación de locos. No sabía si ese río era lo que consideraban “antiguo” o si habría algo más. Resulta que sí lo hay: un centro antiguo hermoso y súper bien conservado.
Fenghuang lleva habitado milenios y desde el año 660 comenzó a formar parte del imperio Chino bajo la dinastía Tang. Entre un río y una montaña, la ciudad siempre ha estado protegida de la naturaleza y ha sido fácil de defender. La ciudad de piedra que se mantiene hoy es como de 1600 en adelante – incluyendo una muralla y las puertas a la ciudad-. El centro antiguo tiene como +20 callecitas y cientos de construcciones bien conservadas bajo la arquitectura Tujia -que se distingue por usar pilotes para construir sobre el río y ciertos elementos decorativos en los techos y cornisas-; el resto, está bien reconstruido o modelado al estilo para no disonar con el lugar.
En la ciudad no hay mucho que hacer más que recorrerla, tomar algunas fotos y visitar algunos de los edificios antiguos abiertos al público. Como es costumbre, en la temporada, había muy poca gente paseando por ella. En la noche, el río se convierte en un espectáculo de luces y los turistas chinos salen a disfrutar y tomarse fotos (disfrazados de la ropa tradicional de la región -igual y solo van a eso, porque había mucha más gente en la noche que en el día-). También, fuera del centro antiguo hay un par de calles dedicadas completamente al turismo, con grandes restaurantes y tiendas de souvenirs -todo bastante bien puesto-.
Mi día fue así, tranquilo y caminador, explorando todas las callecitas y tomando fotos de los lugares y la gente. Hunan, la provincia donde se encuentra Fenghuang es justo la frontera étnica entre los Han (la mayoría de los chinos) y una serie de etnias (20 o más) que se encuentran al sur del país. Los Tujia, son una de las etnias más importantes en la región y en Fenghuang están muy presentes y se puede ver algo de sus usos y costumbres. Hay quienes visten todo el traje tradicional, pero muchos solo usan unos sombreros cilíndricos enormes increíbles y llevan una canasta tipo mochila donde llevan de todo, desde la vendimia para el mercado hasta a los bebés (se ve que eran las abuelas cuidando a los nietos, no vi a mucha gente joven que mantuviera estas prácticas).
La comida en la ciudad estuvo espectacular -los noodles regionales son una delicia- y una de las noches paseé por el río viendo al turismo nacional, bastante simpático. Ahí me tocó navidad, en un lugar donde el 99% no sabe o no le interesa la navidad, entonces medio se me olvidó durante el día – aunque en la noche del 24 sí me eché una buena cenita. Igual es refrescante estar en un lugar donde las garras de occidente no han hecho de las suyas.



































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